Se exponen los antecedentes de la fiebre amarilla como enfermedad epidémica en Cuba a partir de 1649, año en que brotó la primera gran epidemia en su territorio. Se analizan los factores que contribuyeron a su aparición en la isla y el alcance de sus efectos desde el punto de vista social y económico. Se describe el cuadro clínico del mal y se dan a conocer las medidas adoptadas para contrarrestarlo. Se ofrecen algunos detalles en relación con su acción mortífera en las regiones del país donde más se sintieron sus estragos.