El término rótula baja fue introducido por Trillat en el año 1973 y tiene causas congénitas, adquiridas o combinadas. La congénita se detecta por lo general en edades tempranas, se asocia a otras malformaciones musculo-esqueléticas y no necesitan de tratamiento. Por su parte, la adquirida se debe a alteraciones en la longitud por acortamiento del tendón rotuliano secundario a traumas o cirugías, se asocia a fibrosis de la grasa de Hoffa, adherencias intrarticulares, debilidad en el mecanismo extensor y necesitan de cirugía para su tratamiento.