Ambos síndromes no serían entidades diferentes, sino que están estrechamente interconectados y se enfatiza la necesidad de contar con nuevos enfoques terapéuticos para la LRA.
Durante más de 40 años, los nefrólogos han clasificado a la insuficiencia renal como dos síndromes diferentes -insuficiencia renal aguda e insuficiencia renal crónica. Mientras que la enfermedad renal crónica (ERC) fue reconocida en el siglo XIX, la lesión renal aguda (LRC) comenzó a ser evidente durante el bombardeo a Londres durante la II Guerra Mundial, cuando se comprobó que las lesiones por aplastamiento podían causar un cese dramático pero reversible de la función renal.
Los estadios y etapas de ambos síndromes renales se establecen mediante la concentración de creatinina sérica o el índice de filtrado glomerular (IFG), marcadores funcionales que fueron identificados a principios del siglo XX. El tratamiento del deterioro renal avanzado en ambos síndromes es la diálisis.